MELBOURNE. Un encuentro de tenis entre el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer siempre es el más atractivo y llamativo en cualquier torneo donde ambos se enfrenten.
La rivalidad entre estos europeos es quizás la más importante del tenis mundial desde hace más de una década; y tal vez sea la más grande en la historia de este deporte.
La cita está pactada para este viernes, donde los asientos en la arena Rod Laver ya fueron completamente vendidos desde hace más de dos meses, sin esperar que Nadal y Federer fueran los protagonistas de una de las semifinales del primer Grand Slam de la temporada.
El ganador de este partido se medirá a quien triunfe entre el también suizo Stanislas Wawrinka y el checo Tomas Berdych, quienes buscan acceder por primera vez a una final en Australia.
TOQUES SUTILES
Roger Federer recuperó su dominio sobre Andy Murray en partidos de Grand Slam para vencerlo 6-3, 6-4, 6-7 (6), 6-3 y avanzar a las semifinales del Abierto de Australia por undécima ocasión consecutiva.
El encuentro no estuvo exento de dramatismo, pasión y entrega, resuelto por Federer, que ahora lidera en los enfrentamientos personales 11-10.
Murray, quien no jugó durante más de tres meses tras ser operado de la espalda el año pasado finalizado el Abierto de Estados Unidos lució incómodo durante el partido, y en varias ocasiones se tocó la espalda baja.
Sin embargo, reconoció que la situación no incidió en el resultado del partido y más bien, se sintió muy conforme con su actuación.
Estoy orgulloso de la forma en que peleé", dijo Murray.
Por su lado, Federer también reconoció que sufrió mucho durante el partido; donde al final rompió el saque de Murray en el octavo game y después ganó su servicio para imponerse en 3 horas y 20 minutos.
"Probablemente sea uno de los que fallan más en oportunidades para break, así que estoy acostumbrado", dijo Federer. "Tienes que mantenerte positivo y eso te da otra oportunidad", agregó.
NADAL AVANZA
Rafael Nadal evitó el éxodo de los favoritos en este abierto australiano y avanzó a semifinales al derrotar 3-6, 7-6 (3), 7-6 (7), 6-2 al búlgaro Grigor Dimitrov.
Tras perder el primer set, el español tuvo que extenderse a fondo para doblegar a Dimitrov. Con notables ampollas en su mano derecha, Nadal supo contrarrestar el ímpetu del búlgaro.
"Uno pierde un poco de coordinación. Sí, es algo importante", señaló Nadal sobre la dificultad para agarrar la raqueta.
"Saqué más lento. Saqué mal, (pero) pude ganar el partido contra un oponente muy complicado, así que vale mucho más que cuando todo sale bien", añadió.
LA CITA ESTÁ LISTA
Rafael Nadal no jugó en Australia el año pasado, debido a una lesión; pero al volver, cumplió una de las mejores temporadas de su carrera: conquistó 10 títulos, incluyendo los abiertos de Francia y Estados Unidos, y regresó a la cima del escalafón.
Federer, en cambio, tuvo su peor temporada en una década, al no alcanzar la final de ningún Grand Slam y caer al sexto puesto de la clasificación de la ATP.
El suizo hizo cambios, contrató a Stefan Edberg como entrenador y usa ahora una raqueta más grande.
Los resultados han comenzado a verse con más fuerza en Federer durante este abierto australiano, donde solo ante Murray ha cedido un set, y mantiene el equilibrio en todas sus líneas de ataque y defensa.
Y mientras Nadal tratará de recuperar su cuerpo y su mano izquierda de las ampollas que apenas le permiten empuñar la raqueta, Federer descansará un poco, aunque su preparador ya ha indicado que el suizo analizará videos de su rival, al que pese a conocer de sobra, parecen haberle detectado algunos puntos por donde se le puede atacar.
El plato fuerte de mañana en Melbourne es imperdible, e inigualable.
Y si alguien duda de esto, no solo las entradas están vendidas, sino una audiencia de televisión alrededor del mundo puede certificar que el encuentro Federer-Nadal es el mejor de cuantos se celebren en Melbourne.