Un total de 1.263 personas murieron y otras 189 permanecen desaparecidas varios desastres naturales ocurridos en toda China durante los tres primeros trimestres de 2012, de acuerdo con los datos oficiales revelados hoy viernes.
Las cifras, publicadas por el Ministerio de Asuntos Civiles de China y el Comité Nacional para la Reducción de Desastres muestran que 310 millones de habitantes de la parte continental de China se vieron afectados por los desastres, lo que causó unas pérdidas económicas directas de 347.700 millones de yuanes (55.500 millones de dólares).
Alrededor de 825.000 viviendas fueron derribadas y 32,5 millones de hectáreas de tierras de cultivo se vieron afectadas, según las autoridades del país.
De enero a septiembre, China fue azotada por inundaciones, vientos, granizo, tifón, sequías, seísmos, plagas de insectos y enfermedades en las plantas, bajas temperaturas, nevadas y tormentas de arena, entre otros desastres naturales.
En el mismo período, la parte meridional del país sufrió el embate de fuertes lluvias e inundaciones, mientras que la parte septentrional tuvo que hacer frente a riadas en las montañas y anegaciones. Entre tanto, los tifones y los seísmos prevalecían, respectivamente, en las regiones costeras y la parte occidental del país asiático.
Las cifras, publicadas por el Ministerio de Asuntos Civiles de China y el Comité Nacional para la Reducción de Desastres muestran que 310 millones de habitantes de la parte continental de China se vieron afectados por los desastres, lo que causó unas pérdidas económicas directas de 347.700 millones de yuanes (55.500 millones de dólares).
Alrededor de 825.000 viviendas fueron derribadas y 32,5 millones de hectáreas de tierras de cultivo se vieron afectadas, según las autoridades del país.
De enero a septiembre, China fue azotada por inundaciones, vientos, granizo, tifón, sequías, seísmos, plagas de insectos y enfermedades en las plantas, bajas temperaturas, nevadas y tormentas de arena, entre otros desastres naturales.
En el mismo período, la parte meridional del país sufrió el embate de fuertes lluvias e inundaciones, mientras que la parte septentrional tuvo que hacer frente a riadas en las montañas y anegaciones. Entre tanto, los tifones y los seísmos prevalecían, respectivamente, en las regiones costeras y la parte occidental del país asiático.