BRASIL. Unos 150 indígenas y pescadores afectados por la construcción de la represa de Belo Monte en la Amazonía brasileña ocuparon por tiempo indefinido uno de los cuatro sitios en obra, dijo Maira Irigaray, portavoz del Movimiento Xingu Vivo.
"Esta alianza inédita entre indígenas y pescadores tiene como objetivo denunciar a la empresa responsable de la obra, que no ha cumplido sus promesas hechas en junio, en plena Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible Rio+20", dijo Irigaray.
A ellos se les unieron una centena de indígenas de 6 etnias brasileñas.
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