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CHINA. Las empresas tecnológicas japonesas más importantes anunciaron cierres de fábricas en China e instaron a los miembros de su personal emigrante a quedarse en sus casas, ante la posibilidad de que se produzcan nuevas protestas violentas por una disputa territorial entre las dos economías más grandes de Asia.
El peor brote de sentimiento anti Japón sucedido en China en décadas derivó el fin de semana en manifestaciones y ataques violentos contra empresas japonesas famosas como las automotrices Toyota y Honda. Esto obligó a ciudadanos japoneses residentes a esconderse.
Medios chinos advirtieron que las relaciones comerciales entre ambos países podrían estar en riesgo.
El portavoz del ministro de Relaciones Exteriores de China, Hong Lei, dijo que el Gobierno protegería a las firmas y ciudadanos japoneses y pidió a los manifestantes que obedezcan las leyes.
"Las graves y destructivas consecuencias de la compra ilegal de Japón de las Islas Diaoyu todavía siguen emergiendo, y la responsabilidad por eso debe ser de Japón", dijo el portavoz en un comunicado.
Las islas, denominadas Senkaku por Japón y Diaoyu por China, también son reclamadas por el independiente Taiwán, al que China considera una provincia separatista.
"El curso de los acontecimientos dependerá de si Japón enfrenta o no la solemne postura de China y si enfrenta o no los pedidos de justicia del pueblo chino y adopta una actitud o un enfoque correctos", sostuvo Hong.
Ambos países, que generaron un comercio bilateral de 345 mil millones de dólares el año pasado, discuten sobre un grupo de islas deshabitadas en el Mar Oriental de China. Es parte de una larga disputa que resurgió la semana pasada cuando el Gobierno japonés decidió comprar algunos de los territorios a un propietario privado de su nación.